Consideraciones Económicas y Sociales Alrededor del Tema del Salario Mínimo Legal en Colombia.
De acuerdo con las fuentes oficiales y privadas en Colombia de los 24 millones de trabajadores 42% (10 millones) perciben ingresos inferiores a un salario mínimo, mientras que 15% (3.3 millones) devengan exactamente un salario mínimo.
Además, 22% (5.3 millones) ganan más de un salario mínimo, 8% (2 millones) reciben más de dos salarios mínimos, y solo 4% (930.000 personas) tienen ingresos superiores a cuatro salarios mínimos, haciendo visible la desigualdad en los niveles de ingreso salarial del país.
De lo anterior destaca la condición de informalidad del trabajo, aquellos 10 millones de trabajadores con actividades no formales y con ingresos inferiores al mínimo legal, como vendedores callejeros y micro empresarios que no cotizan a pensiones y en salud están por fuera o pertenecen al régimen subsidiado. De estos los que poseen empresas como misceláneas y tiendas de barrio no están registrados en las cámaras de comercio ni en la Dian y manejan casi todo con efectivo. Los vendedores callejeros ocupan el espacio público para sus labores y así no tienen que pagar arriendos ni servicios, trabajan por cuenta propia y vinculan al núcleo familiar, se ubican en las estaciones del transporte masivo y en las zonas de afluencia de público como parques, estadios y centros comerciales de todos los estratos sociales.
Esta situación de la informalidad se correlaciona con una alta tasa de desempleo en el país comparativamente con otros países de América Latina y la informalidad es aún mayor en ciudades distintas a las principales capitales de departamento y en las áreas rurales del país.
Pero al mirar los trabajadores de salario mínimo que son 3.3 millones, es una cifra que es comparativamente la tercera parte de los trabajadores informales mencionados antes, por lo cual el país está en mora de diseñar conjuntamente con el sector privado políticas para formalizar el trabajo informal mediante metas revisadas periódicamente de absorción de mano de obra por parte de las empresas privadas más grandes (principalmente) pertenecientes a los sectores de la agricultura, industria, infraestructura, salud, comunicaciones y tecnología , construcción, servicios inmobiliarios y sector financiero. Al final del período anual las metas deberían ser evaluadas en su cumplimiento (sobre esto se retomará tema más adelante) y tener en cuenta que para empezar la absorción debe ser por la contratación de los informales con el nivel de salario mínimo ( lo cual ya sería una ganancia para ellos en ingresos) y así obtienen cobertura en pensión y salud del régimen contributivo, posteriormente pueden ser contratados los de mayor salario que posean probablemente mayor nivel de educación.
Sin resolver el problema del trabajo informal las medidas de los incrementos en el salario mínimo que se refieren al salario mínimo del trabajo formal deben ser cautelosas en cuanto a impactar negativamente esos informales ya que se aumenta la diferencia en ingresos entre unos y otros si se colocan incrementos exagerados en el salario mínimo legal por encima de la inflación causada y la esperada. Probablemente los informales también incrementen sus ingresos mediante subidas en los precios de lo que venden o del negocio porque además lo van a obtener más caro de sus proveedores, pero esas son subidas probablemente menores o iguales a la inflación 1/ en razón a que por sobretodo quieren conservar a sus clientes habituales en la costumbre del fiado pero por supuesto siguen sin seguridad social o solamente con el Sisben.
Un cálculo sobre cuanto le cuesta al país los trabajadores de salario mínimo de 1.300.000 pesos (que es el salario anterior al reciente incremento decretado) es de 3.3 millones de trabajadores a 1.300.000 pesos cada uno, eso es al mes 4.290 miles de millones que son pagados por el sector privado y por el sector público a sus trabajadores de esa condición.
Como fue mencionado al principio de esta nota solo 930.000 trabajadores ( 4% del total) poseen salarios superiores a 4 salarios mínimos (5.200.000 pesos) y dentro de estos se ubican los trabajadores que pertenecen a las curules del Congreso en su senado y cámara de representantes.
El salario total de un congresista en Colombia es de 48.142.000 pesos, el cual está dividido en tres ítems para llegar a ese monto total: asignación básica de 11.640.415, gastos de representación por 20.694.078 y prima especial de servicios de 15.807.981. Como los senadores y representantes son en número 294 personas eso mensualmente le representa al país, concretamente al Presupuesto General de la Nación 4 mil millones de pesos.
Al comparar lo que valen los trabajadores de salario mínimo con lo que valen los congresistas algunas observaciones giran en torno al impacto sobre el consumo de alimentos y al ahorro o inversión. Los trabajadores de salario mínimo demandan principalmente alimentos aunque también otros elementos del hogar y pagan arriendos y servicios públicos, pero lo que destinan para ahorro es muy bajo o nada, generalmente no ahorran sino que acuden al fiado. Esto implica que un incremento en el salario mínimo sí impacta vía consumo y costos empresariales el precio de los alimentos y otros artículos sobretodo si ese incremento es por encima de la inflación causada y esperada. Impacto que le resta velocidad a un descenso de la inflación que viene en curso y probablemente las metas de inflación se vean retrasadas por esa razón en varios meses más a lo proyectado antes de aquel incremento o de un incremento menor de un punto más de la inflación causada.
Los altos salarios como los de los congresistas en contraste no afectan demasiado al precio de los alimentos ( lo hacen con otros artículos como los tecnológicos, automotores y los pagos a la gasolina y la educación privada) sino que van dirigidos al ahorro y la inversión y tendrán efectos sobre el precio de esos activos de inversión una vez les sea decretado el incremento que a diferencia del salario mínimo que es desde enero para los congresistas es en mayo con efectos retroactivos.
Razón tienen los centros de pensamiento y los analistas cuando afirman que el incremento decretado en el salario mínimo es otro factor que junto con la devaluación del peso le va a restar velocidad a la reducción de la inflación hacia la meta vía alimentos y servicios principalmente y que posiblemente no es para diciembre del presente año sino para marzo o junio del 2.026 que la inflación llegue a la meta del 3%.
Lo que si hace a Colombia ver como unos de los países del mundo más desiguales en ingresos es que 10 millones de trabajadores posean ingresos por debajo del salario mínimo y que pertenecen a la informalidad. Obviamente su consumo de alimentos les copa junto con el arriendo y los servicios la totalidad de sus ingresos, situación que no es muy diferente a la de los trabajadores de salario mínimo excepto porque estos últimos tienen prestaciones sociales y auxilio de transporte.
A diferencia de los trabajadores que se acaban de mencionar los trabajadores de altos ingresos ( como los mencionados Congresistas) les permite poseer activos con adición de rentas de capital producto del interés compuesto, el mercado bursátil , tierras, dólares o los fondos de inversión que les multiplican el valor de la riqueza dentro y fuera del país.
Pero para combatir la desigualdad de los ingresos la colocación de impuestos que permitan distribuir recursos para los más pobres en educación, salud y vivienda debe estar acompañada de un mayor compromiso del sector privado, de las grandes empresas, de generar nuevos empleos formales y así reducir el trabajo informal.
En Colombia la desigualdad en los ingresos no se corrige al comparar las situaciones antes y después de impuestos sino que permanece igual lo cual muestra que el sistema de impuestos no es lo suficiente para disminuir esa desigualdad. Sin embargo políticamente es complejo aceptar los impuestos a la propiedad, pero el país debe hacer un cambio de orientación de los impuestos desde los impuestos a las empresas que deben ser remplazados en parte por impuestos a las personas naturales en la renta y en la propiedad, estos últimos gravando a los altos niveles mediante escalas superiores a las actuales para que el resultado neto sea obtener más recaudos para el país que permitan realizar mayores inversiones sociales hacia la población menos favorecida y así lograr disminuir la alta desigualdad en ingresos. Desigualdad medida por el coeficiente de Gini que alcanza 0.54 2/ como se mencionó antes de las más altas del mundo y que debe entrar dentro de los indicadores sujetos a alcanzar metas así como se hace con la meta de inflación; serían metas de reducción de la desigualdad contempladas con fuerza de ley como propósito de todos los gobiernos de turno.3/
Igual acontece con el desempleo, dado que en Colombia la tasa es alta alrededor del 10% de desempleo ya por un largo período de tiempo y es superior a la del promedio de América Latina; sin establecer una meta de reducción del desempleo que esté normada con fuerza de ley ya que es difícil para un país como Colombia que solamente con variables como un mayor crecimiento económico (PIB) que es cíclico, se logre reducir el desempleo a los niveles de 7% o 6%; mientras que así como la inflación logró ser controlada por ley mediante metas 4/, igualmente el desempleo requiere de un tratamiento similar, condición que es requerida para que una mayor contratación formal reduzca el trabajo informal de bajos ingresos que se ha mencionado en esta nota al que pertenecen millones de Colombianos y así también corregir los altos niveles de desigualdad de ingresos como fue mencionado antes. 5/
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1/ Buena parte de los trabajadores informales no saben de inflación pero le van a subir de precio a sus productos ofrecidos en razón del efecto de los provedores y porque ellos si saben que los arriendos y los servicios les van a subir, probablemente la comida también y para otros ya les subió el transmilenio en el caso de Bogotá.
2/ De acuerdo a fuentes oficiales al medir la desigualdad incluyendo además de ingresos, otros activos como valores bursátiles y fondos de inversión se eleva a 0.75 en el coeficiene de Gini empeorando con respecto al resultado de ese medidor en la distribución del ingreso y en cuanto a la posesion de tierras la desigualdad llega a 0.9 en el coeficiente mencionado registrando la peor distribución.
3/ Los Planes de Desarrollo que son ley de la República y se elaboran al inicio de cada gobierno son una ruta de inversiones y políticas públicas dirigidas al desarrollo económico y social del país pero deben ser complementados con otra ley que especifique concretamente las metas puntuales al fin del período presidencial y al final de cada año transcurrido dentro de esos mandatos sobre los temas de la tasa de desempleo, la desigualdad de ingresos con el coeficiente de Gini y la reducción de la pobreza monetaria.
4/ La inflación durante los años setenta, ochenta y parte de los noventa del siglo pasado alcanzó niveles de alrededor del 25% anual y logró ser reducida a un dígito desde el inicio de este siglo porque el banco central ejerció las funciones apropiadas de política monetaria contempladas en la ley para dicho objetivo. Otro objetivo económico establecido mediante ley es la regla fiscal que direcciona un manejo prudente de las finanzas públicas. También es un propósito difundido entre los analistas de gobierno y centros de pensamiento el de buscar un nivel limitado en el déficit fiscal y el déficit en cuenta corriente comparados con el PIB.
5/ También fue mencionado antes la reducción en la pobreza monetaria que es alta comparativamente con otros países de América Latina y se ubica en niveles del 33% de la población total y puede ser incluida también dentro de las normas y metas específicas en una ley.
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